Me lo follé en mi propia casa

Hola chicos y chicas, cómo va todo?

Os voy a contar lo que me pasó ayer mismo... por la noche.

Venía un amigo de mi marido al cual yo no conocía a la ciudad. Nos pidió quedarse una noche en casa dado que su trabajo le pagaba nada más una noche de hotel. Como os digo no conocía al amigo de mi marido pero... es uno de sus mejores amigos, además de que, sinceramente, el chico no estaba nada de mal ver.

Estuvimos tomando unos pinchos y alguna copa ayer. Y no nos acostamos muy tarde. Lo cierto es que a la 1 estábamos en casa, aunque un poquito bebidos.

El caso es que una vez en casa, él dormía en el salón. En un sillón - cama que tenemos para invitados y yo, en mi cuarto con mi marido. No pudimos hacer el amor dado que había que comportarse por los invitados. Así que, nos fuimos a la cama.

Me desperté en mitad de la noche, creo que a las 3 de la mañana más o menos y fui al salón a coger mi tabaco para poder fumarme un cigarro contra el insomnio. Me acerqué despacio y sin hacer ruido para no despertar a nuestro invitado y... cuál fue mi sorpresa cuando al llegar observé cómo se la estaba cascando...

estaba desnudo, encima de la cama con un rabo enorme, machacándosela fuerte. Me quedé mirando sin hacer ruido. Yo, llevaba una camiseta puesta nada más encima y debajo mi coño al aire libre. Le miré mientras me apretaba las tetas fuerte. Me había acostado cachonda pero además el tío me atraía. Él se incorporó de golpe y se puso de pie mirando hacia la puerta del salón. Estaba concentrado cascándosela pero... cuando levantó la vista me vio. Nos quedamos mirándonos como 30 segundos. Él seguía cascándosela y yo seguía con mis manos en mis pechos apretándomelos...

Entonces... me acerqué. No sé porqué lo hice pero me acerqué. Él no me lo pidió. Empecé a chupársela y a meneársela dentro de mi boca. Le tumbé en la cama y subí encima. Me le follé con un gusto tremendo. En silencio. No podía gritar y eso me daba más morbo aun. Le cabalgué todo el rato encima y le dije al oído que se corriera dentro de mí. Se corrió y me dejó el coño chorreando... No pasó nada más. Me volví a la cama. Mi marido ni se enteró y yo, ni si quiera me lavé el coño. Seguí metiéndome los dedos recreándome en la cama, hasta que me dormí como un lirón.

Hoy no duerme en casa...

Soy una guarra pero no puedo parar...