domingo, 30 de agosto de 2009

Sexo, comida de negocios

Hola de nuevo chicos y chicas.
Os cuento brevemente lo que me ocurrió ayer.
Tuve una comida de negocios en un restaurante de la ciudad. Eramos un compañero y yo por parte de mi empresa, y una mujer y otros dos tíos por parte del proveedor con el que nos reuníamos.
Bien, típica comida larga, de negocios y que se alarga en sobremesa hasta aproximadamente las 6 de la tarde. Estábamos en un reservado dentro del restaurante. La comida transcurrió tranquila. Charlando sobre los típicos temas de trabajo aunque con ambiente distendido. Risas, chistes y demás. Debido a que es una relación estrecha entre cliente y proveedor.
Uno de los tíos de la parte del proveedor me pone cachonda desde hace mucho tiempo. Vamos, desde el primer día que le conocí. Típico morenazo, con buena planta y con rasgos de hombres muy marcados. Sabía que iba a acudir aquel día, así que, aunque no de una manera totalmente premeditada, aquella mañana me puse una camiseta – top bastante ajustada y escotada. Es decir, se podría decir que iba seductora y que invitaba a que me miraran. Falda, medias y taconazo, era el resto mi vestuario.
Después de unas copas en la sobremesa y de pasar toda la comida mojada, solo con mirarle la cara y esas manos grandes y protectoras, el resto de gente, excepto “mi hombre” y dos tíos más, se retiraron. Yo me quedé tomando una copa más con el resto pero aproveché para ir al servicio. El baño de este restaurante, que tenía el propio dentro de la sala de reservado, tiene la típica puerta de entrada, seguida por un pasillo, que va a parar a las correspondientes puertas de hombre y mujer. Cual fue mi sorpresa que cuando salía del servicio me crucé a “mi hombre” en el pasillo a los servicios. Fue la típica situación en la que tenías que retirarte para poder dejar pasar sin problemas al otro y que avanzara. Entonces, no me aparté. miré sus manos. Èl, me miraba el escote. Así que cogí sus manos y se las puse en mis tetas sin más. Respondió apretando y moviéndomelas. Entonces le empujé hacia el baño de mujeres. Cogí sus manos de nuevo y las volví a poner en mis tetas. Sabía que tenía que ser algo rápido, puesto que había gente fuera y podrían empezar a pensar que algo pasaba. Y así fue. Rápido. Mientras él miraba como me tocaba las tetas, puse mi mano en su polla para ver si la tenía dura. Estaba creciendo por momentos. Me bajé el top dejando ver mi sujetador y acto seguido me lo levanté, dejándole ver mis tetas. Tenía los pezones duros de lo cachonda que llevaba toda la comida.
Él, lo único que hacía es mirar cómo me tocaba las tetas. ¡Creo que estaba alucinando con la situación!. Yo seguía tocando su paquete. La tenía muy dura y grande. Me baje las medias y el tanga por debajo de la falda y empecé a masturbarme mientras. Después cogí una de sus manos y se la puse en mi coño haciéndole meter el dedo. Yo gemía en bajito. Estaba muy cachonda. No quería follar, quería que esas manos me tocaran. Solo con pensar y mirar esas manos, casi me corría. Le dije que me apretara las tetas y que me metiera más dedos. Me metió tres, y ya no aguanté más. Me corrí soltando un alarido bastante largo. En todo este tiempo, no había soltado su polla ni un segundo. Ya ni me cabía en la mano y eso que era por encima del pantalón.
Empecé a subirme las medias y el tanga y a colocarme en general el resto de mi vestuario. Cuando terminé le dije que se girara. Me puse detrás suyo como si quisiera darle por el culo. Le saqué la polla y se la machaqué hasta que se corrió en treinta segundos. Entonces me fui. Un rato después, salió él.
De verdad, ¿qué me pasa?. Me encanta el sexo y soy muy moderada y racional pero a veces se me cruza y me da igual lo que tenga por delante. No lo puedo evitar. ¿Soy una cerda?. Hoy me siento mal, pero ayer no me importaba una mierda lo que había hecho.
Bueno, os dejo. Os iré contando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario